Para responder a esta pregunta vámonos a 1907, fecha en la que se celebró el primer campamento scout, liderado por Robert Baden-Powell, donde se reunieron 20 jóvenes exploradores.

Esta actividad buscó confirmar y afianzar las enseñanzas que el fundador del movimiento scout había estado compartiendo con jóvenes y adultos británicos, a través de su libro Aids to Scouting (“Ayudas para el Escultismo”).

En este libro se compartían conocimientos y se orientaba el desarrollo de habilidades para desenvolverse en el bosque (técnica conocida como “woodcraft”).

Así, en primera instancia, puedo afirmarte que ser Scout es saber (sobre)vivir en un entorno natural.

Un año más tarde, Baden-Powell publicó la primera versión del libro “Escultismo para Muchachos”, donde desarrolló -además del woodcraft- diferentes conceptos de disciplina, supervivencia y -sobre todo- el servicio a la sociedad.

Lo que significa ser Scout

Según el libro “Escultismo para Muchachos”:

“Se llama Scout a todo soldado escogido por su inteligencia y su valor, y al que se le encarga, en tiempo de guerra, de preceder al ejército para descubrir al enemigo y proporcionar al mando las informaciones de cuanto ha sabido ver”.

Pero no tienes que asustarte con lo anterior. El mismo libro menciona que, así como hay scouts para tiempos de guerra, hay scouts de paz… y estos últimos son los que nos interesan.

Entre otros, Baden-Powell comparte algunas características del scout:

• Sabe cuidar de sí mismo, sin tener que ir al médico.
• Es fuerte y osado.
• Hace frente al peligro.
• Siempre está dispuesto a prestar auxilio.
• Se desprende de sus comodidades para cumplir su deber con el país, sus compatriotas y sus superiores.

Ser scout en épocas de tecnología

Este año (2018) se cumplen 110 años de haberse escrito el libro “Escultismo para Muchachos”. Durante este más de un siglo han pasado diferentes eventos en el mundo, de orden político, social, militar, cultural, educativo y, sobre todo, tecnológico.

El scout de hoy es un hombre o mujer que cree y trabaja por la paz de su localidad, su país y el mundo. Día a día ser esfuerza por realizar una (o más) buena acción, sin mirar a quién beneficia.

Ser scout en el siglo XXI exige un alto compromiso con el bien común, con la sociedad. Pero también con su familia y consigo mismo. En ese orden, el estudio y la formación física son los pilares sobre los que se construye ese hombre o esa mujer de paz.

El scout de este siglo conoce, domina y aplica ética y responsablemente las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - TIC para cuidar el medio ambiente, ayudar a su país y expandir la filosofía escultista.

Porque, como lo diría nuestro líder - fundador, nuestra meta es dejar el mundo un poco mejor de como lo encontramos.

¿Qué te pareció el artículo? Recuerda que puedes dejarme cualquier pregunta o mensaje en la caja de comentarios. Estaré muy feliz de leerte y ayudarte. Además, te invito a compartir esta entrada con tus amigos scouts, para que cada vez seamos más jóvenes escultistas.

Y recuerda: ¡Siempre Listos!

Fuente:

Baden-Powell, R. (1907). Scouting for boys.