Este sistema de comunicación es más sencillo que la clave Morse, pues sólo utiliza dos banderas que -de acuerdo a la posición de los brazos extendidos- indican una letra o un número del alfabeto.

La desventaja de este método es que sólo es posible durante el día y el emisor y receptor deben alcanzarse a ver el uno al otro.

Para lograrlo, ambos scouts sujetan dos banderas, una en cada mano. El color de estas debe contrastar con el fondo y con la vestimenta del emisor (de ahí que sea recomendado no utilizar sombrero mientras se envía el mensaje).

Los colores sugeridos son el rojo y el blanco, pues logran buena legibilidad en la distancia y contrastan con el fondo. El diseño es cuadrado (45 centímetros en cada lado) y se divide en diagonal, ubicando el rojo al asta de la bandera, como se muestra a continuación:



Otra combinación válida es rojo y amarillo.

Estas son los movimientos y posiciones, para lograr los diferentes elementos alfanuméricos. Los números inician en uno y terminan en cero (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0) y corresponden a las primeras diez letras del abecedario.



Para iniciar la conversación se deben agitar las banderas por encima de la cabeza, logrando llamar la atención del receptor. Para contestar se responde con la letra “K”, indicando que está a la espera del mensaje. La “Q” indica una pausa o espera en la comunicación.

Para confirmar el mensaje se responde con la letra “A”. En caso de tener dificultades en la comprensión del mensaje se realiza la posición de error (que es una “L” invertida).

La comunicación se finaliza con las letras “AR” y se contesta con “R”, indicando que todo estuvo comprendido.

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